Advertencia: Fem. Finlandia.
Todos los personajes pertenecen a Hidekazu Himaruya.
Esta historia no tiene ninguna relación con ningún país o relación histórica.
Todos los personajes pertenecen a Hidekazu Himaruya.
Esta historia no tiene ninguna relación con ningún país o relación histórica.
Boku no Kazoku
Suecia, Sealand y Finlandia.
(Berwald, Peter, Tina)
Introducción
Ya no había vuelta atrás, solo podría aceptar esta situación...
-Sue-san!
-¿Eh? ¿Qué pasa Fin?
-Ten más cuidado, tu corbata está mal.-la menor ajustaba el nudo muy cerca de Suecia.-Así está mejor. Suerte en el trabajo.
-Gracias. Esperare con ansias a cena.
-¡Claro!-Sue se fue como de costumbre al edificio gubernamental en el que trabajaba en este momento. No se imagino que al llegar a casa no encontraría al volver. La casa estaba con todo desparramado, cuadernillos, vidrios rotos, las fundas, sillones y cortinas desgarradas... lo único que deseaba era que Fin estuviera fuera... pero no, estaba inconsciente en una de las habitaciones... era la primera vez que el miedo invadía a este hombre.-Fin...Tina... ¡ Alguien ayúdeme!
Pasado ya un mes desde el incidente Fin comenzó a aumentar de peso, lo atribuyó a todo el tiempo en cama y la cantidad de comida que ingería por puro aburrimiento, suerte que su metabolismo rápido le mantenía la línea decentemente.
Un día estaban caminando por ahí, Fin ya no requería ayuda para moverse y eso lo había dejado más tranquilo. El día no estaba tan frio, estaba agradable para ser pleno invierno después de un día de lluvia en el centro del continente.
Fin estaba vestido como de costumbre, pantalones, una blusa, un chaleco y su saco preferido. Sue iba con un traje y su abrigo, ya que había salido del trabajo hace tan sólo una hora.
-Sue, ¿por qué eres tan sobre protector desde ese accidente?-deteniéndose frente a él y tratando de quedar, inútilmente, a su altura.-Yo no lo recuerdo y tu no me dices nada... ¿es qué no confías en mí?
-Déjalo ya...-se contuvo desviando la mirada.
-¿Por qué? Sue... sólo recuerdo que desperté en el hospital. Ya te lo he dicho...-se veía triste. Ocurría siempre que nota que él no quiere hablar de eso.-Estoy algo cansada, vamos a sentarnos.-dijo improvisando una sonrisa.
-Te has cansado muy rápido. No es normal en ti.-tratando de suavizar la situación.
-No solo eso, estoy teniendo nauseas... ¿será gripe?
-Espero que no.-diste un suspiro con esta frase.-me van a dar un aumento... si quieres que te revisé un doctor...
-No, no te preocupes...-otra vez le miraba con esa cara que aterra.-P-pero si consideras que es mejor...
-Te llevare mañana.
-¡¿Eh?! Sí...-abrazando a su perrito.-Tengo una idea, vamos al mercado.
Resulto ser que a Fin le había dado un antojo y preparó, según dice, puras cosas deliciosas. A vista de Sue era demasiado, pero a Fin no le parecía así...
-Después de todo pensaba guardar para mañana, así no tendremos que andar corriendo.-Mientras serbia los platos.
-Me refiero a tu porción.-siempre tan corto de palabras...
Pero en verdad tengo mucha hambre...-le puso la mano en el hombro y le quedo mirando de frente. En ese momento Fin...-t-tienes razón, si quiero más puedo servirme otra porción.-el mayor asintió y llevo los platos, ahora normales, a la mesa.
Igual que siempre, la rubia pensó que podría dormir cómodamente sola, pero su cama, como suele pasar, despareció, y tuvo que dormir, obligadamente con Sue.
La mandaron a hacerse exámenes, los resultados estarían dentro de unos días.
Fin tenía planeado ir a buscarlos, pero Sue llego primero por ellos. Llamo a Fin diciéndole que se quedara en casa, por el trabajo le quedaba más cerca la clínica... pero, lo que había dentro...
-¿Qué te gustaría comer...? Esa es un buena pregunta, aun no se qué hacer...-dejando el libro de cocina sobre el mueble en forma de rendición. Sintió el peso una mirada sobre su hombro.-Sue bien venido a casa.
-Ah...-entregándole el sobre con los exámenes.-Felicidades.
-¿Eh? ¿A qué te refieres con...?-miró los exámenes de golpe.- ¡¿Qué?!!!!!!! ¿Pero cuándo...?
Ya no había vuelta atrás, sólo podía soportar la situación, por más insólita que esta sea...
(Berwald, Peter, Tina)
Introducción
Ya no había vuelta atrás, solo podría aceptar esta situación...
-Sue-san!
-¿Eh? ¿Qué pasa Fin?
-Ten más cuidado, tu corbata está mal.-la menor ajustaba el nudo muy cerca de Suecia.-Así está mejor. Suerte en el trabajo.
-Gracias. Esperare con ansias a cena.
-¡Claro!-Sue se fue como de costumbre al edificio gubernamental en el que trabajaba en este momento. No se imagino que al llegar a casa no encontraría al volver. La casa estaba con todo desparramado, cuadernillos, vidrios rotos, las fundas, sillones y cortinas desgarradas... lo único que deseaba era que Fin estuviera fuera... pero no, estaba inconsciente en una de las habitaciones... era la primera vez que el miedo invadía a este hombre.-Fin...Tina... ¡ Alguien ayúdeme!
Pasado ya un mes desde el incidente Fin comenzó a aumentar de peso, lo atribuyó a todo el tiempo en cama y la cantidad de comida que ingería por puro aburrimiento, suerte que su metabolismo rápido le mantenía la línea decentemente.
Un día estaban caminando por ahí, Fin ya no requería ayuda para moverse y eso lo había dejado más tranquilo. El día no estaba tan frio, estaba agradable para ser pleno invierno después de un día de lluvia en el centro del continente.
Fin estaba vestido como de costumbre, pantalones, una blusa, un chaleco y su saco preferido. Sue iba con un traje y su abrigo, ya que había salido del trabajo hace tan sólo una hora.
-Sue, ¿por qué eres tan sobre protector desde ese accidente?-deteniéndose frente a él y tratando de quedar, inútilmente, a su altura.-Yo no lo recuerdo y tu no me dices nada... ¿es qué no confías en mí?
-Déjalo ya...-se contuvo desviando la mirada.
-¿Por qué? Sue... sólo recuerdo que desperté en el hospital. Ya te lo he dicho...-se veía triste. Ocurría siempre que nota que él no quiere hablar de eso.-Estoy algo cansada, vamos a sentarnos.-dijo improvisando una sonrisa.
-Te has cansado muy rápido. No es normal en ti.-tratando de suavizar la situación.
-No solo eso, estoy teniendo nauseas... ¿será gripe?
-Espero que no.-diste un suspiro con esta frase.-me van a dar un aumento... si quieres que te revisé un doctor...
-No, no te preocupes...-otra vez le miraba con esa cara que aterra.-P-pero si consideras que es mejor...
-Te llevare mañana.
-¡¿Eh?! Sí...-abrazando a su perrito.-Tengo una idea, vamos al mercado.
Resulto ser que a Fin le había dado un antojo y preparó, según dice, puras cosas deliciosas. A vista de Sue era demasiado, pero a Fin no le parecía así...
-Después de todo pensaba guardar para mañana, así no tendremos que andar corriendo.-Mientras serbia los platos.
-Me refiero a tu porción.-siempre tan corto de palabras...
Pero en verdad tengo mucha hambre...-le puso la mano en el hombro y le quedo mirando de frente. En ese momento Fin...-t-tienes razón, si quiero más puedo servirme otra porción.-el mayor asintió y llevo los platos, ahora normales, a la mesa.
Igual que siempre, la rubia pensó que podría dormir cómodamente sola, pero su cama, como suele pasar, despareció, y tuvo que dormir, obligadamente con Sue.
La mandaron a hacerse exámenes, los resultados estarían dentro de unos días.
Fin tenía planeado ir a buscarlos, pero Sue llego primero por ellos. Llamo a Fin diciéndole que se quedara en casa, por el trabajo le quedaba más cerca la clínica... pero, lo que había dentro...
-¿Qué te gustaría comer...? Esa es un buena pregunta, aun no se qué hacer...-dejando el libro de cocina sobre el mueble en forma de rendición. Sintió el peso una mirada sobre su hombro.-Sue bien venido a casa.
-Ah...-entregándole el sobre con los exámenes.-Felicidades.
-¿Eh? ¿A qué te refieres con...?-miró los exámenes de golpe.- ¡¿Qué?!!!!!!! ¿Pero cuándo...?
Ya no había vuelta atrás, sólo podía soportar la situación, por más insólita que esta sea...
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