miércoles, 28 de mayo de 2008

Segunda vida - capitulo 4

La verdad de la premonición de Sora
4

Durante las vacaciones de verano, estábamos en el campo.
-Ya es el día, todo se acabo.-dijo Sora.
-¿Sora? ¿Qué quieres decir con eso?-preguntó Esteb.
Sora se hizo grande mostrando su verdadera forma
-Ya es hora, nos separaremos del médium.-dijo Sora.
-Separarse.-pensé y desperecí junto con Sora.
-¡Haru!-exclamó Esteb.- ¿Qué habrá querido decir con eso?
Hay que buscar a Haru-chan.-dijo Paúl que apareció de la nada.
-¿De donde saliste?-preguntó la hermana de Esteb.
-Eso no importa.-dijo Paúl.-No puedo sentir sus pensamientos.
-¿No puedes?…tampoco puedo sentirla.-dijo Mia.
-Vamos, no hay tiempo que perder.-dijo Esteb temiendo que pronto todos desaparecieran.
-Bien.-dijo Mia.-Paúl, explícales a los demás.
-Pero…-dijo Paúl antes de que desaparecieran de la vista.
-¿Qué esta pasando?-preguntó la madre de Esteb.
-Tía, tengo que decirles que nosotros.-dijo Paúl.-Nosotros estamos… muertos.
-Pero Esteb es el único que sigue totalmente vivo.-dijo Cloud.
-El se ha encargado de proteger al médium por todo este tiempo.-dijo Dark.
-No sólo de los peligros del exterior.-dijo Paúl.
-También de nosotros.-dijo Dark.-Pero el también cayo en la tentación con Mia.
-¿He?-preguntó Cloud.
-Bueno, es que ellos.-dijo la madre de Esteb.
-Espera, tengo la leve impresión de que como niño no podré entenderlo.-dijo Cloud transformándose en un chico de diecisiete años.-Creo que ahora si.
-Esto explica muchas cosas.-dijo Paúl.
Mientra que yo…
-¿Dónde estamos?-pregunté.
-En la nada, quiero hablar contigo.-dijo Sora que chasqueo los dedos.- ¿Sientes celos de Mia?
-¿Eh?-pregunté.
-Lo que oíste, ¿a ti te gustaba Esteb o no?-preguntó Sora.
-No lo sé, mis pensamientos me confunden.-pensé.-No estoy segura.
-Quizás esto te haga verlo claramente.-penó Sora.-Ella lo espera…
-¿Cómo? ¿Entonces realmente ella esta…?-pregunté y aparecí en un bosque.- ¿Qué? ¿Dónde estoy?
Volviendo con los chicos.
-No me siento bien.-dijo Dark que repentinamente se separo de su hermana.
-¿Qué fue eso?-preguntó Krad.- ¿Por qué no puede quedarme dentro?
-Quizás sea…-dijo Cloud moviendo su mano izquierda, unos hilos rojos aparecieron entrelazados con cada uno de ellos.-No, aún no somos libre de vivir.
-Independiente mente.-agregó Krad.
-No logro entender, eso quiere decir que esa chica esta muerta.-pensó la hermana de Esteb.
-No hay tiempo que perder, ya se los explicamos, hay que buscar a Haru.-dijo Krad que salio corriendo a toda velocidad arrastrando a Dark.
-¡Ah!-gritó Dark mientras era arrastrado por Krad.-Hermana, ni siquiera papá llegaba a tratarnos tan mal a como me estas tratando ahora.
-Pues lastima, no iré a ningún lado sin ti.-dijo Krad.
-¿Todos corremos así de rápido?-preguntó Paúl.
-Sólo hay una forma de averiguarlo.-dijo Cloud volviéndose nuevamente un niño y salio corriendo.
-Vamos nosotros también.-dijo Paúl.
Mientras que yo…
-Diablos, odio estar sola en estos lugares, ¡demonios!-dije cuando escuche el ruido de un río.-Un río, ahora que lo pienso, Esteb me dijo que por aquí habían dos ríos… si es el verde podré llegar muy pronto a casa.-pensé.
Pero no era el río verde, era el negro.
-Si es el negro, ve al contrario de su corriente hasta encontrar una parte en la que puedas cruzar, pase lo que pase no te metas al agua.-dijo Esteb.
-Demonios.-.susurré.
-¡Haru-chan! ¡Haru-chan!-se escucho por hay.
-¡Estoy aquí!-grité.
-No esta aquí, no la puedo encontrar.-dijo Esteb que paso a mi lado sin verme.
-Es imposible que allá cruzado el río.-dijo Mia.
-¿Cómo es posible? Estoy aquí, ¡a su lado!-dije al lado de sus oídos.
-Sigamos buscando.-dijo Esteb.
-No puede ser, no me ven ni me escuchan.-susurré y salí siguiéndolos.
Luego de un rato nos topamos con un señor muy viejo…
-¿Qué están buscando?-preguntó el anciano.
-A una chica de cabello largo ondulado.-dijo Esteb.
-Tiene orejitas como estas.-dijo Mia.
-Se llama Paula, pero le decimos Haru-chan, tiene una falda roja, botas blancas, una camiseta blanca y una diadema roja.-dijo Esteb.
-Ya veo, no pueden verla.-dijo el anciano.-Que lastima, estas en esta etapa… espero que tu paso al otro lado sea pacifico.
-¿Eh? ¿Puede verme?-pregunté.
-Claro que si, de todas formas luego de separase totalmente de ustedes, nosotros los cuidadores podemos verlos. Lastima que sólo cuando van a morir.-dijo el viejo despareciendo.
-¡No!-pensé.
-¿Que acaso esta por aquí?-preguntó Mia.
-¿Qué no lo entienden?, estoy aquí ¡tras ustedes!-grité.- ¡Estoy aquí! ¡Aquí! ¡Aquí! ¡¡Aquí!!-dije golpeando a Esteb, pero parecía no sentirlo.
-Entonces, ¿No lo aceptaras?-dijo Sora.-Lo que el viejo no sabe es que ustedes pueden reencarnar cuando no lo aceptan su propia desaparición.-dijo Sora.
-¿Entonces podré vivir otra vez?-pregunté.
-En tú vida anterior considerabas la vida una basura, veo que ahora has cambiado podré dejarte vivir otra vez.-pensó Sora.-En una hora frente al árbol más alto de aquella colina, todos nos encontraremos para ver lo que pasara.
-Bien.-dije dirigiéndome a ese lugar.
Una hora después…
-Se supone que dijo una hora, por ya casi oscurece y nadie ha venido.-pensé cuando Paúl apareció de entre las ramas y fue seguido por Cloud.
-No, no esta aquí.-susurró.
-¿Donde se metió Haru-chan?-preguntó Cloud cuando llegaron Dark y Krad.
-¿La han visto?-preguntó Krad.
-No.-dijo Paúl.- ¿Ustedes?
-No, no esta.-dijo Dark cuando llegaron los padres y la hermana de Esteb.
-¿Nada?-preguntó la hermana de Esteb.
-Nada.-dijeron a coro cuando llegaron Esteb y Mia.
-¿La encontraron?-preguntó Mia.
-No.-dijeron a coro.
-Maldición, lo que dijo ese viejo.-susurró Esteb.
-Bien, ya todos están reunidos.-dijo Sora.-Tienes grandes amigos, me preguntó que pasara ahora.
-¿Por qué?-pregunté.
-Por que esto tenía que pasar, de esta forma.-dijo Sora
-¿Qué dices?-preguntó la madre de Esteb.
-Despídete por ahora, Haru-chan.-dijo Sora.
-Pero, no me escuchan.-dije.
-La verdad es que no sientes celos de nadie ¿verdad? Tienes que besar al chico que te gusta y podrán volver a verte y oírte.-dijo Sora.
-Pero, eso es penoso.-dije.
-¡Qué no te de pena! ¿Quizás no te vean hasta que eso termine?-dijo Sora.
-¿Qué no lo sabes?-pregunté.
-Es que jamás se lo digo a nadie, tiene que ser en la boca.-dijo Sora picaronamente.
-¡Tiene que estar bromeando!-grité.
-¿Le desobedecerás al destino?-preguntó Sora.
-Bien. Pero que todos cierren los ojos.-pendí.
-Bien… chicos, cierren los ojos.-dijo Sora.-Todos.
-Bien.-dijeron todos.
-Bien.-pensé al acercarme a uno de los chicos.
-Será a mí.-pensaron todos.
-Discúlpame, eres tú.-dije antes de besar a uno.
-¿Yo?-pensó al sentir el beso, al sentirlo abrió los ojos y me vio.-Haru-chan.-dijo después del beso.- ¿Realmente yo?... Veo que me ganaste en dar el primer paso.
-Pues claro, quiero que me escuchen.-dije.
-¡Paúl!-pensaron todos.- ¿Qué querías decirnos?-preguntaron sin abrir los ojos aún.
-¿Por qué no abren los ojos?-dije y luego de que los abrieran.-Quiero despedirme de ustedes, momentáneamente. Esteb, Mia, ¡qué sean muy felices!
-¿Eh?-preguntaron ellos dos.
-¿Qué aun no se dan cuenta?-preguntó Sora.-Las personas que se enredan suelen terminan así ¿No?
-¡Eh!-exclamaron todos.
-Bueno, vamos.-dijo Sora.
-Bien.-dije tomándola de la mano y desaparecimos de ahí.
Ocho meses después…
-Disculpa por llegar tan tarde. No me dejaron salir antes.-dijo Esteb.
-No te preocupes, tú decides el nombre.-dijo Mia.
-¿Qué te parece aquel?-preguntó Esteb.
-Me parece bien.-dijo Mia.
-Bien, se llamara haru.-dijo Esteb.

Fin.

sábado, 3 de mayo de 2008

Segunda vida - capitulo 3

Conociendo otras caras
3

-No, no me parece bien.-dijo Esteb.
-Pero es uno de los mejores pediatras.-dijo el jefe.
-No, debo irme, sólo estoy en practica y tengo un trabajo esperándome en casa.-dijo Esteb.
-Te pagaremos lo que sea.-dijo el jefe.
-Lo siento, debo volver a casa, adiós.-dijo y salio de la oficina del jefe.
-¿Ya nos vamos?-pregunté cuando Esteb salio del edificio.
-Si, nos vamos a casa.-dijo Esteb.
-¿A casa?-pregunté.
-Si, volveremos a mí pueblo, nos quedaremos ahí.-dijo Esteb.
-Bien.-dije.
Por el viaje de vuelta tuvimos que pasar por un bosque que parecía muy tenebroso.
-Esta muy oscuro.-dije.
-No te preocupes, es por aquí….-dijo Esteb que calló en un agujero.
-¿Esteb?-pregunté cuando sentí que llego al suelo.
-Estoy bien, bueno por ahora.-dijo Esteb.
-¿Por qué?-pregunté.
-Para poder salir tengo que pasar por un tronco, esta muy alto. Adelántate un poco.-dijo Esteb.
-Como digas, pero ni pienses en caerte.-le dije y continué caminado.
-Sólo espera un poco.-pensó Esteb, a pesar de tener buen equilibrio, cuando iba en la mitad del tronco sopló el viento con una fuerza increíble y Esteb calló.- ¡Ah!-logró sostenerse del tronco.
-¿Esteb? Cielos, tengo que bajar.-pensé, el camino se había cortado.
Al bajar me tope con que esteb estaba colgando del tronco.
-¡Esteb! aguanta, iré por ti.-dije.
-¡No! El viento es muy fuerte, tú saldrás volando, no te preocupes por mí.-dijo Esteb, pero empezó a resbalarse del tronco.-Maldición, haru-chan, perdóname.-pensó.
-¡No!-grité. Esteb quedo ensartado en unas ramas que habían abajo.- ¡Ah!-deje salir ahogadamente.
-Dis… discúl… discúlpame.-balbuceó Esteb.
Luego apareció una chica de cabello corto de color negro, con un sweater largas de color verde, un pantalón negro y zapatitos chinos color verde.
-No te preocupes, te sacare de aquí.-le susurró a Esteb.-Te dolerá un poco.
-¡Ah!-dejaba salir esteb ahogadamente al igual que yo mientras la chica lo sacaba.
-Falta poco.-dijo la chica, al sacarlo lo subió donde estaba yo y saco la botella con lagrimas de fénix y le puso unas gotas a Esteb y otras a mí.
-¿Ah? ¿Qué pasó? ¿Quien eres?-preguntó Esteb.
-Soy Mia, una parte de Haru-chan. Estoy conectada con la inteligencia y tengo el equilibrio de un gato.-dijo Mia.
-Tú nos salvaste, gracias.-dijo Esteb que se levantó con cuidado y yo también.
-Gracias.-dije.
-No es nada, ya que todos seguimos unidos dependemos de que el otro viva.-dijo Mia.
-¿Seguimos? ¿Quiere decir que podemos separarnos?-pregunté.
-Si, pero primero tiene que pasar algo de tiempo, pero creo que al final pasa algo alo para que vivamos.-dijo Mia.
-¿Y qué hay de Dark y Krad?-preguntó Esteb.
-Bueno, que se puede hacer con los gemelos, cuando Dark reconozca sus temores se separara de Krad, ese chico también paso por algo horrible cuando era pequeño.-dijo Mia.
-¿Eh?-pregunté.
-A pesar de que sólo ayas aparecido tú en carne y hueso, nosotros también fuimos personas que vivían individualmente.-dijo Mia.
-Se fusionan en un cuerpo.-observo Esteb.- ¿Pero por qué también conmigo?
-Por que pisaste en el umbral de dimensiones.-dijo Mia.
-¿Ocurrirá lo que dijo Sora?-pregunté.
-Si, lo lamentó.-dijo Mia.
-Ya veo.-dije.
-Será mejor que continúen el viaje, tengan cuidado.-dijo Mia y desapareció.
Hicimos caso a lo que nos dijo Mia.
Pero lo que realmente había querido decir Sora no era que sólo moriría…
Al volveré a casa de Esteb, este dijo que termino su práctica y empezaría a ejercer en ese lugar. Su familia estaba muy feliz, pero pronto todo cambiaria…
Mia empezó a juntarse con el muy seguido, se llevaban muy bien y eran novios.
-Vamos Esteb. Llegaras tarde.-dijo Mia.
-Si no te apresuras tú también llegaras tarde.-dijo Esteb.
-Sólo apresúrate, si no llegas a tiempo te despedirán.-dijo Mia.
-Bien, nos vemos en la tarde.-dijo dándole un besó en los labios y se fue.
-Es…Esteb.-pensó Mia y se dirigió a su trabajo unos minutos después.
-Realmente se llevan muy bien.-dijo la madre de Esteb.
-Ojala tuviera cuerpo propio.-susurré.
-¿Eh?-preguntó la madre de Esteb.
-No nada.-dije cunado tocaron la puerta.
-Voy.-dijo la madre de Esteb.
-Hola tía.-dijeron Paúl y Cloud.
-Hola, ¿vienen a buscar a Haru-chan?-preguntó la madre de Esteb.
-Si, ya es hora de ir a la escuela.-dijo Paúl.
-¡Haru-chan!-dijo la madre de Esteb.
-Voy.-dije y luego nos fuimos.
Al volver a la casa de Esteb, nos topamos con que ni él ni Mia iban a volver esa noche.
-¿Turno de noche?-pregunté.
-Si.-dijo la madre de Esteb.
-Pero no le tocaba sino hasta dentro de unos días.-dije.
-Si, a mi hermana tampoco.-dijo Paúl.
-¿Cómo? Pero si me han dicho, no será que...-pensó la madre de Esteb.-…quizás se trate de eso…
-¿De eso?-preguntó Cloud.
-¡Ah! Lo entendí.-me lamente.
-¡ah! Eso….-dijo Paúl.
-¡Niños!-dijo la madre de Esteb.
-Usted comenzó.-dijimos Paúl, Cloud y yo.
Al día siguiente…
-Ya casi son las dos, ¿donde estarán?-se preguntó la madre de Esteb.
-No podemos saberlo.-dijimos Paúl, Cloud y yo.
-¿Pasa algo?-preguntó el padre de Esteb.
-Si, hay que averiguar que hizo Esteb durante la noche.-dijo su madre.
-Ya veo, mí hermano se transformo en un hombre.-pensó su hermana
-Ya para, déjame.-dijo Esteb que estaba llegando a la casa.
-Nia… ¿Por qué debería?-dijo Mia, parecía borracha.
-De haber sabido que te ibas a poner así no te hubiera dado a beber eso.-dijo Esteb.
-No, le dio alcohol.-susurró Cloud.
-¿Eh?-preguntamos.
-Paúl jamás la ha visto después de beber, es realmente molesta, se pone como loca, se transforma en otra persona.
-¿Otra persona?-preguntamos cuando entraron.
-Hola, ya llegamos.-dijo Esteb que venia con Mia sobre el.
-Quiero beber más.-dijo Mia.
-Bájate.-dijo Esteb.
-No quiero.-dijo Mia.
-Mamá, ayúdame.-dijo Esteb.
-Si me dices la verdadera razón por la cual estuviste fuera.-dijo la madre de Esteb.
-No, se dio cuenta.-susurró Esteb.
Luego apareció Dark tocando la puerta.
-Quiero pedirle un favor al doctor.-dijo Dark.
-¿Ha dicho “pedir un favor”?-nos extrañamos todos los que lo conocíamos.
-Disculpa, ¿Quién eres?-preguntó la madre de Esteb que al verlo se impacto mucho.
-Dark.-dijo Dark mirando hacia otro lado.
-Dark, ¿Qué pasa?-preguntó Esteb cuando se quito a Mia de encima.
-Quería preguntarle algo.-dijo Dark.- ¿Podría revisarme?
-Ya veo, te diste cuenta de que estaba mal el que te cortaras.-dijo Esteb.
-¡No! Es sólo… que….-dijo Dark y luego le susurró algo al oído.
-Ya veo, no te preocupes, pasa.-dijo Esteb.-Haru-chan, ¿podrías venir?
-Sí.-respondí.- ¿Qué ocurre?
-Se esta infectando mi brazo.-dijo Dark.
-Quieres que te quite el vendaje, no se como hacerlo.-dije.
-Sólo tú puedes quitarlo, tú puedes quitarlo.-dijo Dark.
-Adelante, traeré algo de agua por si es necesario.-dijo Esteb.
-Cuando te duela dime.-dije.
-Sólo quítalo.-dijo Dark.-Si no es por mi es por Krad.
-Bien, por eso tendrás que decirme cuando te duela.-dije.
-Aquí esta el agua.-dijo esteb que volvió con su maletín y el agua.-Te va a doler.-advirtió.
Luego de que quite el vendaje me hicieron salir del cuarto.
-¿Qué le ocurre?-preguntó Paúl.
-Pronto empezará a gritar.-dije.-Tiene el brazo derecho completamente infectado.
-¿Eh? ¿Cómo le han quitado el vendaje?-preguntó Paúl.
-Yo se lo quite.-dije.-Fue difícil, debe de llevar mucho tiempo con ese vendaje.
-Ya veo, como eres suave con eso...-dijo la madre de Esteb.
-Realmente me preocupa, ¿lo hará por su hermana?-preguntó Cloud.
-No me extrañaría, dijo que si no era por él era por ella.-dije.
-¡Ah!-gritó Dark.
-Es sólo un pinchazo.-dijo Esteb.
-Odio las agujas.-dijo Dark.
-Si no te quedas quieto te dejo el brazo tal cual esta.-dijo Esteb.
-Bien.-dijo Dark.
-¿Todo el brazo infectado?-preguntó Paúl.
-Si.-dije.
-De todas formas se lo merece por estar cortándose todo el tiempo.-dijo Cloud.
-De todas formas deberías pensar en lo que siente Krad.-dijo Paúl.
-¿Quién es Krad?-preguntó la hermana de Esteb.
-Es la gemela de Dark.-dijo Cloud.
-¿Gemelos? ¿Dónde esta su hermana?-preguntó la madre de Esteb.
-Debe estar escondiéndose en alguna parte.-dijo Paúl.
-¿Cómo?-preguntó la hermana de Esteb.
-Tiene miedo.-dijo Cloud.-Cuando eran pequeños tuvieron una mala experiencia, sobre todo Dark.
-Siento asco de mi mismo.-dijo Dark.
-¿Por qué?-preguntó Esteb.
-Por algo que paso hace tiempo.-dijo Dark.-Esa persona dijo que estaba sucio, nunca iba a poder limpiar eso…
-Se corta desde después de que lo violentaron mientras defendía a su hermana.-dijo Paúl.
-Fue algo realmente triste. Ella lo vio todo mientras se escondía y cuando cumplieron quince años obtuvieron un poder con el cual pueden esconderse dentro del cuerpo del otro y salir cuando sea necesario.-dije.-Me da lastima. Todavía no se da cuenta de lo que realmente cuenta en este momento.
-No me soporto, hice que ella viera eso… mi hermana, que ahora forma parte de mi cuerpo.-dijo Dark.
-¿Te sientes mejor al decirlo?-preguntó Esteb.
-Hace que me sienta peor.-dijo Dark.
-Quien lo diría, hasta te puse todas las inyecciones y no te diste cuenta.-dijo Esteb que le estaba vendando el brazo.-Deja de cortarte, tú estas limpio.
-Gracias, realmente…-dijo Dark que abrazó a Esteb, no se soltó por un largo rato.-A Krad le alegrara esto.
-De todas formas ella tenia razón, aún son niños.-pensó Esteb que salio de la habitación seguido por Dark, por cierto, también utilizo las lagrimas de fénix para curar el resto de las heridas, las infecciones y enfermedades no se pueden curar con eso.
-Mira nada más, así te ves mejor.-dije cuando Dark dejo de esconderse tras Esteb.
-Mm…-dijo Dark cuando cambio por Krad.-A mí también me parece, gracias señor Esteb.-dijo Krad.
-No es nada, cuídense ¿Bien?-dijo Esteb.
-Si.-dijo Krad que salio de la casa.
-¿Cumplirá con dejar de cortarse?-preguntó Esteb.
-Ojala que si.-dije.
-¿Son amigos de la escuela?-peguntó la madre de Esteb.
-Sí.-dijimos a coro.
-Realmente son buenos amigos.-pensó la adre de Esteb.
-Pero a veces es muy peligroso quedarse con Dark.-dije.
-Bueno, si tiene un trauma así es bastante lógico, me gustaría hablar con él.-dijo la madre de Esteb.
-¿No que te retiraste?-dijeron sus hijos.
-Sigo siendo la mejor psicóloga que hay en esta zona.-dijo la madre de Esteb.
-Bien, iré a buscarlos.-dije y fui “tras” Krad.