jueves, 8 de julio de 2010

Boku no Kazoku capitulo 2

Fin había estado corriendo todo el día. Del trabajo a casa, de casa a la tienda, de la tienda a otra y otra más. De vuelta en casa se dispuso a pintar esa habitación, que ya había vaciado de antemano, sería la habitación para el pequeño Peter.
Todo iba bien, casi llevaba la mitad cuando llego Berwald, se preocupo ya que no había hecho nada para comer, se disponía a salir de la habitación cuando Sue entro...

-Hola Fin
-Bienvenido a casa Sue. ¿Qué quieres cenar?
-Lo que sea estará bien, pero terminemos esta habitación.-dejo su chaqueta y maletín fuera de la habitación, terminaron rápidamente gracias a lo alto que es Suecia. Sin embargo un ruido los hizo dar un pequeño respingón y mirar en dirección a la puerta.

Un balde de pintura estaba tirado en el suelo y Hanatamago estaba cubierta de pintura. No solo eso, la pintura se esparció por el suelo, fin corrió a levantar el balde, este aun estaba a la mitad antes de caer. Ahora la única pregunta que tenía en la mente era como se la iba a quitar a su querida perrita.

-Espero que no quede azul.-comento mientras ambos luchaban contra la pintura y el intento de escapismo de Hanatamago.
-Sí no sale podemos cortarle el pelo.-sugirió Sue.
-¡Pero es pleno invierno!-recordando lo que paso con el perrito de Dinamarca.
-No hay problema, ya lo hemos hecho antes.-le recordó.-Después de todo Dinamarca es el único que representaría un peligro.

Ya no había vuelta atrás, sólo podía soportar la situación, por más insólita que esta sea y esta era realmente insólita, aunque parecía no ser imposible de solucionar...
Boku no Kazoku Capitulo 1

-¿C-cómo paso esto...?
-Un milagro, ¿no crees?, Santa Claus.-dijo con su asentó un tanto arrastrado.
-P-p-pero... un niño... ¿no es algo complicado?
-No podía quedarme de brazos cruzados.-reconoció el sueco. Había cambiado los papeles de los exámenes con los de adopción, ahora tenía que convencer a “su esposa”.

Lo que ocurría era que mientras había estado trabajando, salió el tema de que Sealand se había puesto a la venta y nadie lo quería... producto de la avanzada edad del príncipe, por lo que Suecia no pudo dejar de pensar en ese niño, solo y dejado a la deriva, como siempre había estado, en el mar, al sur este de UK. (Conste que el mismo niño se negaba a volver con su padre biológico, o sea, el que le quedaba más cerca y lo había mandado a construir); por lo que Suecia había decidido adoptarlo.

-...es por eso...
-¿En... venta?... Está bien. S-sólo déjame acostumbrarme a la i-idea.-estaba claro, ya no sólo se trataba de un simple “es mi esposa”, sin serlo, ahora todo se volvía lo que decían esas tres palabras... pero un niño no le estaba mal, se llevaba muy bien con los niños, los adoraba, después de todo es Santa Claus.- ¿Y cuándo va a venir a vivir con nosotros?

Ya no había vuelta atrás, sólo podía soportar la situación, por más insólita que esta sea y esta era realmente insólita...
Advertencia: Fem. Finlandia.
Todos los personajes pertenecen a Hidekazu Himaruya.
Esta historia no tiene ninguna relación con ningún país o relación histórica.
Boku no Kazoku
Suecia, Sealand y Finlandia.
(Berwald, Peter, Tina)



Introducción


Ya no había vuelta atrás, solo podría aceptar esta situación...

-Sue-san!
-¿Eh? ¿Qué pasa Fin?
-Ten más cuidado, tu corbata está mal.-la menor ajustaba el nudo muy cerca de Suecia.-Así está mejor. Suerte en el trabajo.
-Gracias. Esperare con ansias a cena.
-¡Claro!-Sue se fue como de costumbre al edificio gubernamental en el que trabajaba en este momento. No se imagino que al llegar a casa no encontraría al volver. La casa estaba con todo desparramado, cuadernillos, vidrios rotos, las fundas, sillones y cortinas desgarradas... lo único que deseaba era que Fin estuviera fuera... pero no, estaba inconsciente en una de las habitaciones... era la primera vez que el miedo invadía a este hombre.-Fin...Tina... ¡ Alguien ayúdeme!

Pasado ya un mes desde el incidente Fin comenzó a aumentar de peso, lo atribuyó a todo el tiempo en cama y la cantidad de comida que ingería por puro aburrimiento, suerte que su metabolismo rápido le mantenía la línea decentemente.
Un día estaban caminando por ahí, Fin ya no requería ayuda para moverse y eso lo había dejado más tranquilo. El día no estaba tan frio, estaba agradable para ser pleno invierno después de un día de lluvia en el centro del continente.
Fin estaba vestido como de costumbre, pantalones, una blusa, un chaleco y su saco preferido. Sue iba con un traje y su abrigo, ya que había salido del trabajo hace tan sólo una hora.
-Sue, ¿por qué eres tan sobre protector desde ese accidente?-deteniéndose frente a él y tratando de quedar, inútilmente, a su altura.-Yo no lo recuerdo y tu no me dices nada... ¿es qué no confías en mí?
-Déjalo ya...-se contuvo desviando la mirada.
-¿Por qué? Sue... sólo recuerdo que desperté en el hospital. Ya te lo he dicho...-se veía triste. Ocurría siempre que nota que él no quiere hablar de eso.-Estoy algo cansada, vamos a sentarnos.-dijo improvisando una sonrisa.
-Te has cansado muy rápido. No es normal en ti.-tratando de suavizar la situación.
-No solo eso, estoy teniendo nauseas... ¿será gripe?
-Espero que no.-diste un suspiro con esta frase.-me van a dar un aumento... si quieres que te revisé un doctor...
-No, no te preocupes...-otra vez le miraba con esa cara que aterra.-P-pero si consideras que es mejor...
-Te llevare mañana.
-¡¿Eh?! Sí...-abrazando a su perrito.-Tengo una idea, vamos al mercado.
Resulto ser que a Fin le había dado un antojo y preparó, según dice, puras cosas deliciosas. A vista de Sue era demasiado, pero a Fin no le parecía así...
-Después de todo pensaba guardar para mañana, así no tendremos que andar corriendo.-Mientras serbia los platos.
-Me refiero a tu porción.-siempre tan corto de palabras...
Pero en verdad tengo mucha hambre...-le puso la mano en el hombro y le quedo mirando de frente. En ese momento Fin...-t-tienes razón, si quiero más puedo servirme otra porción.-el mayor asintió y llevo los platos, ahora normales, a la mesa.
Igual que siempre, la rubia pensó que podría dormir cómodamente sola, pero su cama, como suele pasar, despareció, y tuvo que dormir, obligadamente con Sue.

La mandaron a hacerse exámenes, los resultados estarían dentro de unos días.
Fin tenía planeado ir a buscarlos, pero Sue llego primero por ellos. Llamo a Fin diciéndole que se quedara en casa, por el trabajo le quedaba más cerca la clínica... pero, lo que había dentro...

-¿Qué te gustaría comer...? Esa es un buena pregunta, aun no se qué hacer...-dejando el libro de cocina sobre el mueble en forma de rendición. Sintió el peso una mirada sobre su hombro.-Sue bien venido a casa.
-Ah...-entregándole el sobre con los exámenes.-Felicidades.
-¿Eh? ¿A qué te refieres con...?-miró los exámenes de golpe.- ¡¿Qué?!!!!!!! ¿Pero cuándo...?

Ya no había vuelta atrás, sólo podía soportar la situación, por más insólita que esta sea...
Advertencia: contenido shounen-ai, no apto para homofobicos XD
Hiro, Hiro ven conmigo.

-¡Nee! Voy a salir, llegare tarde.-dice Hiro, un choco bajito de cabello castaño, es muy tierno.
-Bien, cuídate.-dice Yukito, un joven alto de cabello gris y ojos azules, con una mirada de tranquilidad.
-Sí, no te preocupes.-dije Hiro al salir corriendo.
-Este chico.-piensa Yukito con las mejores intenciones del mundo.

En el ascensor…

-Hiro ¿Dónde vas?-pregunta Takuya, un chico alto de cabello rubio y de ojos miel, con una mirada algo arrogante.
-Es un secreto.-dijo Hiro.
-Con que va a salir con…-piensa Takuya.-Bien, ten cuidado.-dice acariciándole la cabeza.
-Sí, nos vemos Taku.-dice Hiro.

En algún lugar…

-Hiro, ¿te estas divirtiendo?-pregunta una tipo alto de cabello negro y ojos café.
-Sí, me estoy divirtiendo mucho.-dice Hiro.
-Me alegro.-dice el tipo con una risita extraña.-Acompáñame.
En un apartamento oscuro…
-Ryu ¿Qué hacemos aquí?-pregunta Hiro.
-Nos divertimos.-dice Ryu acorralando a Hiro con la pared y lo besa.
-No, Ryu, no quiero.-dice Hiro tratando de quitárselo de encima, pero este continua sin importarle.- ¡No! ¡Detente!

Al día siguiente…

-Itai.-solloza Hiro, estaba solo en ese lugar, Ryu lo había dejado después de lo que le hizo.

Mientras que en la casa…

-Todavía no llega.-dice Takuya, un chico alto de cabello rubio.
-Tienes razón, estuvo toda la noche afuera, me esta preocupando.-dice Yukito.
-Tratare de llamarlo otro vez.-dice Takuya cuando la puerta se abrió levemente con un crujido.
-¿Hi…Hiro?-pregunta Takuya.
Hiro entra al apartamento muy lentamente, llorando y sin levantar la vista.
-¿Hiro-chan? ¿Te ocurre algo?-pregunta Yukito.
El chico pasa de largo, como si no le hubieran hablado.
-Hiro ¿Qué te ocurre?-pregunta Takuya levantándole la cara a Hiro.
El chico trata de murmurar algo, pero es inaudible y tenía una cara de terror…
-¿Hi…Hiro-chan?-pregunta Takuya cuando Hiro se desmaya frente a él.
-¡Hiro!-exclaman Yukito y Takuya.

Luego de un rato…

-Hiro, Hiro.-decía Takuya al ver que este recordaba el conocimiento.
-Ta…ku.-susurra Hiro al verlo algo borroso.
-Yuki, ya despertó.-dice Takuya.
-¿Eh? Hiro, nos tenías preocupados.-dice Yukito.
-Go…mene.-dice Hiro que trata de levantarse.- ¡Itai!
-¿Qué ocurrió?-preguntó Yukito abrazándolo, pero nota que Hiro esta temblando.
-No me toques, no me toques, no me toques.-dice Hiro llorando.-Ie.
-¿Hiro?-pregunta Yukito.-Soy yo, tú hermano mayor.
-Yuki, creo que…-dijo Takuya.-Llamare a Takano.

Después de que Takano reviso a Hiro…

-Supusiste bien, Takuya.-dice Takano.
-No.-dice Takuya.
-¿Qué le pasa a nuestro hermanito?-preguntó Yukito.
-Lo violaron.-dijo Takano.
-Maldición, no debí dejarlo salir.-pensó Yukito.
-Debimos haberlo llamado, para que volviera antes.-dijo Takuya muy enojado.
-No es su culpa.-dijo Takano.-Esa persona, era de confianza ¿no?
-Nosotros somos los responsables.-dijo Yukito.-Jamás me dio mucha confianza que saliera con ese tipo.
-Jamás lo vimos por más de diez minutos, no sabemos como contactarlo y mucho menos donde vive.-dijo Takuya.-Pero la pagara caro.-golpeando la pared.

Al finalizar las vacaciones de verano, Hiro va a la escuela como de costumbre, pero esta vez acompañado de uno de sus hermanos y ya no confía sus amigos, pero ellos saben la razón y tratan de evitar hablar de eso, pero hay un chica al cual no parece importarle y salen a todas partes...

-Hiro, mí mamá preparo un almuerzo muy grande, no puedo comerlo solo, ¿quieres un poco del?-pregunta un amigo.
-Bien.-dice Hiro con una leve sonrisa.-Esta delicioso. Gracias Hide.
-Me alegro.-dice Hide, un chico alto de cabello café oscuro y ojos grises, su mirada es muy amable.

A la salida…

-Hiro, Hiro ven conmigo.-dice Hide llevándolo de la mano.-Te mostrare algo que descubrí el otro día, pero guarda silencio.
-¿Dónde vamos?-pregunta Hiro.
-Ya veras, pero guarda silencio.-dice Hide cuando llegan a un estanque en medió de un bosque.-Mira, ahí.
-Wa, que lindo.-susurra Hiro, habían dos cisnes con sus polluelos en el centro del estanque.
-¿Verdad que es lindo? Pero tú eres más lindo, Hiro.-dice Hide.
-¿Te parece?-pregunta Hiro.
-Claro que si, pero quiero que sepas que conmigo no te pasara nada, lo juro.-dice Hide dándole un besito muy largo.
-Confió en ti.-dijo Hiro abrazándolo calidamente.
-Ya esta oscureciendo, te llevare a casa.-dice Hide.
-Bien.-dice Hiro y van de la mano.

Al llegar al apartamento…

-Etto… ¿Hide?-pregunta Hiro cuando van en el elevador.
-¿Qué?-pregunta Hide.
-¿Te quedarías a dormir conmigo?-pregunta Hiro.
-¿Honto? Bien, gatito.-dice Hide.

Al entrar en casa…

-¡Ya llegue!-dice Hiro.
-Llegas tarde.-dice Yukito.- Avisa cuando valla a llegar más tarde.
-Lo siento, Yuki ¿puede quedarse, Hide, a dormir?-pregunta Hiro.
-Claro, si sus padres le dan permiso…-dice Yukito.
-Entonces, ¿me prestan el teléfono?-preguntó Hide.
-Claro.-dijo Yukito.-Ten.
-Gracias.-dijo Hide.

Cuando llego Takuya…

-Ya llegue.-dijo Takuya.
-Hola, Taku.-dijeron Hiro y Yukito.
-Hola.-dijo Hide, estaba cenando.
-¿Quién es el enano?-preguntó Takuya.
-Hermano, no seas grosero con los invitados.-le reclama Hiro.
-Soy Hide, compañero de Hiro.-dijo Hide.
-¿No es agradable?-dijo Yukito.
-¿Te agrada?, eso quiere decir que es de fiar. Bien, serviré mí cena y los acompaño.
-Bien.-dijeron los otros tres.
-Disculpa el comportamiento de Taku, es un poco agresivo.-dijo Yukito.
-No se preocupe, de seguro se preocupa por Hiro y tratad e protegerlo.-dice Hide.
Hiro se sonroja por el comentario.
-Hide.-le dice ruborizado por completo.
-Creo que por fin encontró a alguien para él.-pensó Yukito.
-Espero que ese chico sea el indicado, para nuestro hermanito especial.-pensó Takuya.

En la habitación de Hiro…

-Ya esta listo.-dice Hiro que ponía los bufos en el suelo.
-Bien, ¿te ayudo en algo más?-preguntó Hide que estaba sacando las almohadas del closet.
-No, con esto ya esta todo.-dice Hiro algo nervioso por que iba a dormir con su apreciado Hide y luego le contó un gran secreto a Hide.-Hide, yo… puedo tener hijos.
-¿Eh?-pregunta Hide.
-Es que soy especial, así que yo puedo mantener un bebe en mi cuerpo.-dijo Hiro.
-Cielos, mi koi es especial,-dijo Hide abrazando a Hiro.-pero yo no te voy a hacer eso hasta que crezcamos si es que seguimos juntos. Que duermas bien.-dijo cubriendo a su koi ya que estaban con pijama.
-Tu también.-dijo Hiro.

Al día siguiente, Yukito fue a despertarlos para que fueran a la escuela y los vio durmiendo abrazaditos…

-Hiro-chan.-piensa muy feliz.
-¿Pasa algo?-pregunta Takuya.
-No, nada.-dijo Yukito que le señalo a los dos chicos.
-No podemos dejarlos dormir, llegaran tarde.-dijo Takuya que se acercó a despertarlos.-Nee, chicos, despierte.
-Mmh…-despertaron y notaron que los estaban mirando, por lo que se separaron al instante.
-Tranquilos, tranquilos, no pasa nada.-dijo Takuya acariciando la cabeza de los niños.
-El desayuno esta servido, hoy los acompañara Taku. Nos vemos en la tarde.-dice Yukito que luego piensa.-Parece que a Taku también le agrado el chico, espero que Hiro pueda estar siempre con la persona que ama.
-Bien, usa este uniforme,-dijo Takuya a Hide.-es de tu talla, el otro se ensucio, así que acepta este.
-Gracias.-dijo Hide.-Su tono de vos no suena muy simpático.-piensa.
-No es nada, apresúrense.-dijo Taku.
-Sí.-dijeron los niños.

Al dejarlos el la escuela, Takuya se fue rápidamente y los amigos de Hiro se extrañaron por que había llegado al colegio con Hide, y los rodeaba una atmósfera muy tierna…

-¿Hiro?-pregunta Hide.- ¿Dónde se encontraban tus padre?-al entrar al salón y Hiro se queda quieto en la puerta.
-Bueno, ellos se fueron.-dice Hiro mirando al suelo.
-¡Tonto! Los padres de Hiro están muertos.-dice un compañero.
-¡Ah! Gomen, no quise…-dice Hide.
-No hay problema, no todos lo sabían.-dice Hiro.
-Hiro, sentémonos juntos.-dice Hide tomándolo de la mano.
-Bien.-dice Hiro sonrojándose un poquito.

En la clase de orientación, se pusieron a hablar de los abusos sexuales y otras cosas, Hiro se sentía muy mal en esa clase y Hide lo noto…

-¿Profesora? Hiro se siente mal, ¿puedo llevarlo a enfermería?-pregunta Hide.
-Si-dice la profesora.
-Gracias.-dice Hiro.-Realmente me siento muy mal.
-Tranquilo.-dice Hide abrazándolo.
-Me siento muy mal, vamos a la enfermería.-pide Hiro.
-Bien.-dice Hide.

Cuando Hide vuelve a su casa, se encuentra con lo de todos los días...
-Hide, ¿cómo te fe hoy en la escuela?-pregunta su madre.
-Muy bien.-dice Hide.
-El chico con el que estuviste ayer, ¿cómo se llama?-pregunta su madre.
-Hiro, es muy agradable, puede que venga unote estos días…-dice Hide.
-¡Sólo te pregunte su nombre!-dice su madre.
-Disculpa, no desahogues la ira de tu trabajo en mí.-dice Hide yendo a su habitación.

Mientras que Hiro…

-El día estuvo muy bien, hasta que llego la hora de orientación.-dice Hiro.
-Ya, no tienes por que recordar eso.-le dice Yukito.-Todo esta bien.-acariciándole la cabeza.
-Por suerte Hide me saco de esa clase.-dijo Hiro.
-Tienes suerte de tener un amigo así.-dice Yukito.
-Si.-dice Hiro quedándose dormido.

Unas semanas después, Hiro y Hide salieron juntos…

-¿Quieres un helado?-pregunta Hide.
-Sí, si quiero.-dice Hiro.
Espera un poco.-dice Hide que va a comprar los helados.
En eso, Hiro ve algo que nunca deseo volver a ver, vio a Ryu junto con otro niño, al parecer con la misma situación, se pone a temblar y llega Hide…

-Ten, Hiro…-dice Hide cuando nota que Hiro no dejaba de temblar y tenía la vista clavada en un hombre que lucia muy atractivo…
-Es él.-dice Hiro, justamente Ryu se voltea y los ve.
-¡Ah! Hola Hiro, ¿cuanto tiempo?-dice Ryu fingiendo amistad.
-No te acerques, no vuelvas a tocarme, no te acerques.-dice Hiro.
-¿Eh?-se preguntaba la gente y el niño que acompañaba a Ryu.
-No me vuelvas a tocar.-dice Hiro y luego le dice al niño.-Corre mientras puedas, ese tipo es… es un… un viola… violador.-dice Hiro aferrándose a Hide.-No te acerques a él.
-Bueno, se suma un caso más a tu condena.-dijo un detective que arrestó a Ryu, él cual trato de escapar apenas Hiro empezó a tartamudear.
-Suéltame, maldito engendro. Me las pagaras idiota, ¡me las pagaras!-grita Ryu.
-Hiro, vamos a casa.-dice Hide.
-Si.-dice Hiro que todavía temblaba de miedo.

Camino a casa…

-Gomen, por echar a perder nuestra cita.-dice Hiro.
-No, fuiste muy valiente, otra persona no hubiera sido capas de hablar.-dice Hide.-Ya sé, ¿que tal el viernes te vas a mí casa?
-Bien.-dice Hiro con una leve sonrisa.
-Así te ves más bonito.-dice Hide dándole un beso a Hiro.

El viernes…
-Bien, esta es mi casa.-dice Hide
-Es muy grande.-dice Hiro admirando la casa.
-Vamos, no seas tan educado, es sólo una casa.-dice Hide.
-Pero es muy grande.-dice Hiro.-Nunca había estado en una casa tan grande.
-Bueno, entremos antes de que enfrié más.-dice Hide.-Mamá, ya llegue.
-Hola hijo, ¿cómo te fue en la escuela?-pregunta la madre.
-Muy bien.-dice Hide.-Te presento a Hiro, el amigo del que te hable el otro día.
-Mucho gusto.-dice Hiro.-Gracias por dejarme pasar la noche aquí.
-No es nada.-dijo la madre de Hide.-Vamos a cenar dentro de un rato, dejen sus cosas y vallan al comedor.
-Si.-dicen ambos chicos.
-Menos mal que no se puso a gritar.-piensa Hide.
-¿Nee? Tú mamá es muy agradable.-comenta Hiro.
-Si, pero cuando se enoja es como el demonio en persona.-dice Hide.
-¿Realmente? Yukito también es así.-dijo Hiro.
-¿Él? Pero si se ve tan pacifico y tranquilo.
-Espero que nunca te toque verlo enojado.-dice Hiro.
-Espero que tú no veas a mi madre molesta.-dice Hide.- Dejemos los bufos listos para después.
-Bien.-dice Hiro con su típica sonrisa.
-Niños.-los llama la madre de Hide.
-Ya vamos.-dice Hide dejando los bufos en el suelo.-Vamos, gatito.
-Sí.-dice Hiro.

La madre de Hide había preparado un guisado de verduras con arroz blanco, estaba bueno, por lo menos a Hiro le gusto y a la madre de Hide le agrado mucho el pequeño Hiro...

-Que descansen.-dice la madre de Hide.- ¡Qué chico más tierno! Si tan sólo fuera una chica… ¿pero qué cosas pienso? –piensa.

Esa noche nevó he hizo mucho frío, por lo que juntaron los bufos y pusieron una manta sobre estos para dormir bien juntitos. Al día siguiente jugaron a la guerra de nieve he hicieron otras cosas, pero para mala suerte de ambos terminaron resfriados.

-Te dije que te abrigaras.-dijo Takuya.-Tienes mucha fiebre, será mejor que te quedes en cama.
-Llámanos si necesitas algo.-dijo Yukito.
-Mmh.-asiente Hiro.

Un día en la escuela, sus compañeros se dieron cuenta de que Hiro y Hide eran gay, por lo que decidieron jugarles una broma pesada y empiezan a molestarlos constantemente, hasta que un día, él profesor jefe los atrapo en medio del bulín.

-Suficiente, dejen de molestar a sus compañeros, ¿me podrían decir que hicieron de malo? ¿En qué les molesta a ustedes que sean así? ¿Están celosos o algo?-pregunta el profesor.
-No profesor.-respondieron lo que los estaban molestando.
-Vamos a hablar seriamente con sus apoderados.-dice el profesor.-Hiro, Hide, vengan.
-Sí.-dicen Hide y Hiro que estaba llorando.
-¿Cuándo comenzaron a molestarlos?-pregunta el profesor.
-Hace un par de semanas.-dice Hide.
-¿Por qué?-pregunta el profesor.
-Por que Hiro se sienta conmigo todo el tiempo y debes en cuando nos damos abrazos.-dice Hide algo sonrojado.
-Nos han molestado mucho.-dice Hiro.
-Ya, tranquilo.-dice Hide.
-Bien, hablaremos con sus apoderados mañana.-dice el profesor.-Les prometo que arreglaremos esto.

Luego de un tiempo dejaron de molestarlos y todo continúo normalmente, pero los hermanos de Hiro estaban un poco molestos por que tuvieron que decir que su hermanito era especial y que podía ocurrir algo y bla, bla, bla. Tal y como dijeron, un día que ellos salieron por un par de días y Hiro invitó a Hide…

-¿Nee? Hide, ¿podías venir hoy a mi casa?-pregunta Hiro.
-Claro que sí.-dice Hide.
-Me alegro, es que me siento solito.-dice Hiro.
-¿Por qué?-pregunta Hide.
Es que mis hermanos tuvieron que salir por unos días, así que estoy solo.-dice Hiro.
-Bien, voy esta misma tarde.-dice Hide.
-Te estaré esperando.-dice Hiro.

En casa de Hiro…

-¿Quieres comer algo?-pregunta Hiro.
-Bueno, ¿sabes cocinar?-pregunta Hide que recordó como es en la clase de economía domestica Hiro
-Etto…-dice Hiro.-Puedo calentar algo.
-Mejor lo preparo yo.-dice Hide acariciando la cabeza de Hiro.-Pero te enseñare como hacerlo.-abraza a Hiro por la espalda y comienzan a preparar la comida.-Lo tienes que cortar así, vez, de adelante hacia atrás…
-Bien.-dice Hiro.

La cena quedo muy buena, como era de esperarse de Hide…

-Quedo rico.-dice Hiro.
-¿Nee? Hiro, ¿para qué me pediste que viniera realmente?-pregunta Hide.
-Bueno, es que yo… ya que estamos solos, quiero acostarme contigo.-dice Hiro, a Hide se le caen los palillos.
-¿Estas seguro?-pregunta Hide.
-Si.-dice Hiro.-Si quiero.

Aun conociendo las consecuencias, Hiro y Hide lo hacen, esa fue una noche maravillosa. A la mañana siguiente…

-No importa que luego no pueda ir a clases, daré exámenes libres y tú me enseñaras.-dice Hiro.
-Creo que tus hermanos me odiaran después de esto.-dice Hide de broma, aun que sabia que eso podía ser perfectamente la verdad.
-No lo harán por que yo estoy feliz.-dice Hiro.-Preparare el desayuno.
-No, mejor vamos a bañarnos, por si llegan tus hermanos.-sugiere Hide.
-Bien.-dice Hiro.

Cuando llegaron los hermanos de Hiro, extrañamente la casa estaba muy ordenada, paro lo que es capas de hacer Hiro, así que no hacen ningún ruido y se encuentran con Hiro y Hide durmiendo en el sillón…

-¡Qué tierno!-piensa Yukito.
-No será que lo invito a quedarse y no nos contó.-piensa Takuya.-Este chico.
-Vamos, dejémoslos así un rato más.-dice Yukito.
-Odio cuando eres así.-dice Takuya.-Tengo la leve impresión de que estuvieron así toda la noche.

Una vecina se acerca…

-¿No me dirán que uno de ustedes estuvo sólo con una chica y se descontrolaron sus hormonas?-dice molesta.
-¡¿Qué?!-gritan al mismo tiempo.
-¡Hiro! ¡Hide!-dice Yukito sumamente enojado.- ¿Se puede saber que hicieron cuando no estábamos?
-Etto… yo…-dice Hiro y vio a la vieja que vive al lado de ellos.-Pu…puedo explicarlo.
-Tienes idea de lo que hicieron, eres un… y lo haces sabiendo las consecuencias. ¡Hide! ¡No vuelvas a aparecerte por aquí nunca más!
-¿Qué?-pregunta la vecina.
-No hermano, yo se lo pedí, no lo culpes.-dice Hiro.
-¡No me importa!-le grita Yukito.
-Pero…-dice Hiro casi llorando.
-¡Sin peros!-grita Yukito tomándolo de la camisa hasta su altura.
-¡Suéltalo!-dice Hide que forcejea con Yukito al igual que Takuya para que dejara a Hiro.
-Déjalo, nosotros sabíamos que iba a pasar esto, contrólate.-dice Takuya cuando logran hacer que Yukito soltara a Hiro.
-Maldición, no lo cuidamos tanto para que acabara así.-dice Yukito.-Tanto esfuerzo desperdiciado.-golpea la pared.
-…Hiro, tranquilo.-decía Hide.
-Gomen, gomen, gomen, gomen.-decía Hiro.
-Olvídalo.-dice Yukito que parecía tranquilizarse.-Disculpen por mi reacción. No estoy molesto a ese punto, es que si llega a pasar algo, ni siquiera han terminado secundaría.
-¿Qué cuestión esta pasando aquí?-se preguntaba la vecina.
-Es que ellos son los únicos que estuvieron aquí.-dijo Yukito con un tic en el ojo izquierdo.
-¡¿Eh?!-se sorprendió la vecina.-Yo me voy.

Un par de meses después…

-El sistema circulatorio esta compuesto por el corazón, las arterias, las venas, los capilares y la sangre…-explicaba Hide.-…la sangre esta compuesta de plasma y elementos figurados… el plasma contiene un 90% de agua. En el se hallan disueltas importantes sales minerales, como el cloruro de sodio… las proteínas más importantes que se hallan disueltas en el plasma son el fibrinógeno y la protrombina; las albúminas y las globulinas. Todas estas proteínas excepto las últimas se forman en el hígado.
-¿Cuál es la función del fibrinógeno y la protrombina?-pregunta Hiro.
-Intervienen en la coagulación sanguínea.-responde Hide.
-Bueno, estamos listos para el examen de mañana.-dice Hiro.
-¿Ya terminaron de estudiar?-pregunta Yukito.
-Sí.-dicen los chicos.
-Bien, voy a hacer las compras, no le habrán la puerta a ningún desconocido.-dice Yukito antes de salir.
-Bien.-dicen los chicos antes de que Yukito se fuera.
-¿Seguro de que seguirás yendo a la escuela hasta las vacaciones?-pregunta Hide.
-Sí. De todas formas podré asistir a clases.-dijo Hiro.
-¿Pero no te preocupa lo que digan los demás?-vuelve a preguntar.
-Me are pasar por una chica.-dice Hiro poniéndose una peluca.- ¿Ves?
-Cielos. Te ves como una chica.-observaba Hide.- ¿Cuál será tu alias?
-No lo sé, supongo que ya se nos ocurrirá algo.-dice Hiro quitándose la peluca.-Tengo sueño.
-Ahora que lo dices…-ve hacia un reloj.- Llevamos estudiando cinco horas seguidas.
-Mi, me voy a dormir un ratito.-dice Hiro.
-Bien, yo voy a ordenar esto.-dice Hide.
-Bien.-dice Hiro metiéndose en el bufo.
-Descansa bien, mi amor.-le dice Hide antes de salir de la habitación.
-Arigatou.-dice Hiro durmiéndose profundamente.

Luego llega Yukito…

-¿Dónde esta Hiro?-pregunta Yukito.
-Esta durmiendo.-dice Hide.-Ya me voy, es tarde.
-Bien, cuídate.-dice Yukito.
-Ustedes también.-dice Hide.

En el examen, Hiro se complico un poco porque las pregunta de selección múltiple tenían unas alternativas muy parecidas, mientras que Hide la termino en menos de lo que canta un gallo. Los resultados fueron una B para Hide y una C para Hiro.

-Y eso que me esforcé mucho.-dice Hiro.
-Veamos, Hiro, fallaste en las preguntas que estudiamos juntos.-lo regaña Hide.
-Gomen, prometo esforzarme más para la próxima ves.-se disculpa Hiro.
-Estoy seguro de que así será.-dice Hide.
-Sí.-dice Hiro.

Cuando Hiro empezó a versé llenito, decidió de que era hora de hacerse pasar por una chica, con la peluca y con él consentimiento de la directora y los demás profesores, nadie se dio cuenta, excepto Hide, claro. Se presento como la prima de Hiro y dijo que como en su otra esculca no le permitían asistir así, se cambio por su primo, no se como le hizo para que su voz sonara como la de una chica, pero todo salio bien y en las vacaciones…

-¡Nee! Hide, vamos a tomar un helado.-sugiere Hiro.
-Como quieras.-dice Hide, pero Hiro sintió algo raro.
-Me duele.-dice Hiro.-Itai.
-Hiro, no me digas que...-pregunta Hide.
-Creo que sí.-dice Hiro.
-¡¿Eh?! Takuya, ven rápido.-dice Hide.
-¿Qué ocurre?-pregunta Takuya.-No me digas que… Yuki, ¡llama una ambulancia!

En el hospital….

-Bien, ya les he comentado del caso especial.-dice Taku, es doctor.-Así que más vale que sean cuidadosos con mi hermanito.
-Si.-dijeron los médicos antes de operar a Hiro.

Resulto que tuvieron una niñita a la cual llamaron Meiko. Luego de eso, Hiro termino la escuela mientras que Hide acababa de empezar la universidad con un trabajo de medio tiempo, ya que tenían que cuidar a Meiko y por que su madre lo hecho de la casa y están ahorrando para comprar un apartamento.
Los hermanos de Hiro los dejaron quedarse por un tiempo, pero se encariñaron mucho con Meiko, por lo que exigieron verla por lo menos una vez a la semana.
Mi, todo fue de maravillas hasta que unos cuantos años depuse notaron que Meiko era lela, en fin, que más se podía esperar de una familia así.

Fin.


Por Haru-chan.
La última visita.

¡Nee*, minna*!-llama el hermano mayor desde el inicio de la escalera.
¿Qué pasa?-preguntan las chicas bajando perezosamente.
¿Cómo que qué pasa? Dijimos que hoy iríamos a visitar a Haruhi, alístense y salgamos.-dice un poco molesto por la forma de ser de sus hermanas.
Pero Haru, dijimos que iríamos después de almorzar.-dice la más pequeña media dormida.
No, dijimos que sería antes.-la corrige Miharu.-Pero es extraño que no hayan sonado los despertadores.
Si sonaron.-dice Haru llevando su maleta al auto.
Vamos cariño, no es para tanto.-dice Chiharu colgándose de su cuello.
Ya te he dicho que no hagas eso.-se la quita de encima, luego entra a tomar desayuno y finalmente las espera en el auto.
Cielos, parece que es el único que está emocionado por ver a Haruhi.-dice Haruhiko.
¿Y dices eso siendo tu mellizo? ¡Me sorprendes!-dice Haruko con su sonrisa gótica, como de costumbre.
Vamos, Haru debe estar esperándonos.-dice Miharu llevando sus cosas y las de Haruka.
¡Paseo, paseo, paseo, paseo, paseo!-iba cantando Haruka mientras bajaba las escaleras.
Vamos, puede esperar un poco más.-dice Chiharu mientras bajaba mordisqueando una galleta.
Como sea, aún así deben comer algo.-dice Haruko deteniendo a Haruka y sentándola frente a la mesa.
¡¿Eh?! ¡No me gusta la leche! >o<
Si no la tomas te quedaras enana.-luego de que todas desayunaran salieron de la casa como si tuvieran todo el tiempo del mundo y finalmente subieron al auto.
Ya era hora, se nos hace tarde.-alega Haru encendiendo el motor y arranca a toda velocidad.
¡Ah!!!-se escucha de parte de las hermanas, el grito desapareció al igual que la nube de polvo que Haru iba dejando tras ellos. Sólo se detuvieron en la gasolinera, a mitad de camino. Sin embargo las chicas hicieron lo posible por ganar tiempo y tratar de convencerlo de que no siguiera el al volante. Pero de todas formas siguió conduciendo él, aunque ahora a una velocidad mucho más aceptable.
Me sorprende que no te hayan dado un parte aún.-dice Chiharu desde atrás, pero el tono que uso hizo que todos quedaran prácticamente petrificados.
¡Qué dejes de hacer eso!-le alego acelerando.

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Naa*, me pregunto hace cuanto que no los veo.-mientras miraba tranquilamente al cielo y tomaba té rojo.
Realmente, ¿hace cuánto que vive solo, Haruhi-kun*?
Naa! No vivo sólo, Shiyu siempre ha estado acompañadme.-dice acariciando al perro que dormía a su lado.
Vamos, no sea terco, además necesita estar con por lo menos alguien más en este lugar.
Lo sé, pero la verdad ni siquiera recuerdo porque me fui, precisamente. En ese entonces estaba confundido.-dice tratando de desviar el tema al que obviamente el doctor quería llegar.-Nee, doctor ¿Qué tanto queda?
¿Por qué no hacemos un trato?
¿Un trato? ^ ^U
Me cuenta lo que paso cuando aún vivía con ellos y luego le doy el diagnóstico.
Bien, suena interesante. ^ ^*
Pero sin trampas.¬ ¬
Vale, vale… Hace unos años cuando vivía con ellos todo era desorden, todo el tiempo, ya que los únicos ordenados éramos yo, Haru y Miharu, eso era muy molesto ¿Sabe? Pero aún así todos los días eran muy animados y alegres, era muy difícil que alguien estuviera triste… pero me sentía incomodo en ese ambiente, todos esperaban grandes cosas de mí, pero no podía llenar sus expectativas.
Si, lo entiendo.-dice el doctor tomando un poco de su té.
Pero Chiharu siempre me andaba molestando, es una tipa muy molesta y… bueno, era un poco pasada con sus necesidades…
¿Qué necesidades?
Bueno… es como…más bien, tiene la personalidad de un demonio, es muy “tirada”.
No quiero ni pensar como lo molestaba si ese es el caso.-piensa el doctor.
Pero en realidad se comportaba así con todos. Aunque Haru decía que era peor conmigo. Con todo lo que paso entonces decidí que era mejor irme y ganar dinero con mis pequeños trabajillos.
No diga eso, todas sus creaciones han sido muy buenas.-dice otra persona.
Sí, pero las de Miharu me dejan muy por debajo. Lo que me sorprende es que me hayan aceptado en el trabajo con la edad que tengo.
Bueno, es que su talento es impresionante.
Es verdad.-admite el doctor.- ¿Pero no te sientes solo? En mitad de la nada, debe ser terrible cuando llega la noche ¿no?
Bueno, por eso es que tengo a Shiyu conmigo, además, ¿no ha sido gracias a él que me han encontrado hoy?
Bien, tienes razón, pero si hubiera sido en otra ocasión habría sido muy peligroso.
Mmh, sí sólo estaba tomando una siesta.
Bien, pero un resfriado no sería de ayuda en esta época del año. Como sea, mi parte del trato…señor Ikari, ¿puede esperar fuera?
¿Fuera? Bien, disculpen.-sale seguido del perro.
¿Entonces…?
Bueno, sobre el diagnostico…

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Bien, ya es hora de que nos vayamos.-dice mirando el reloj.
Cuídese Haruhi-kun.-dice el señor Ikari.
Sí, mándele mis saludos al señor presidente.
Con gusto. ¿Está seguro de que estos serán los últimos planos?
Sí, no creo que pueda seguir, además ya tengo lo suficiente como para vivir tranquilo.-los tres ríen por el cometario.
Cuídate ¿sí? Vendré a verte otro día y te traeré la respuesta del jefe.
Lo estaré esperado.-el señor Ikari entra al auto luego de despedirse del perro.
Bien Haruhi, sólo trate de tomarlo con calma.-dice el doctor.-Recuerda tomar la medicina cada doce horas.
Sí doctor, pero de todas formas agradezco que esto se acabe al fin.-dice despidiéndose de ellos con una sonrisa.
Ese niño se lo toma con mucha calma.-al subir al auto.
Es verdad, es algo que no puedo entender.
Yo tampoco, aun que una vez un paciente me dijo que no le era posible sentirse triste o perturbado de alguna forma, ya que le rodeaba una sensación de paz desde que le dimos la noticia.
Qué extraño, mi madre me ha dicho lo mismo una vez.
Mientras que avanzaba por el camino se toparon con un auto repleto de chicas y un chico que iba al volante, se veía fatigado y molesto ya que una de las chicas no se le despegaba de encima.
¿Usted cree que sean ellos?
Puede ser. Nee, chicos.
¿Pasa algo?-pregunta una muchacha de semblante serio que iba en el asiento del copiloto.
Es peligroso que no lo dejen conducir.
Bueno, no es algo que me interese ahora.-dice la chica que no se apartaba del que evidentemente era Haru.
Ah, usted debe ser Chiharu-san*, vamos, por lo menos sea un poco más considerada. El camino se ve inofensivo, pero podrán salirse de el si no tienen cuidado.
Es verdad, quítate.-dice Haru.
Bueno, Haruhi los está esperando, cuídense.
B-bien.-dice Miharu.- ¿No será que ese era el jefe y un encargado?
Por el auto, a mí me parece que sí.-dice Haruko.
Al llegar a casa de Haruhi quedaron impresionados, una gran reja de hierro a la entrada con un camino marcado por cerezos y arces japónicos a cada lado, el camino a pesar de ser de tierra estaba en muy buen estado. La casa tenía un estilo japonés, en realidad parecía una mansión por lo grande que era, hasta tenía un estanque con peces coy y un camino a la montaña con escaleras de piedra.
Bien venidos.-dice Haruhi sonriendo un tanto sonrojado.
¿E-esta es tu casa? Parece una mansión.-pregunta Haruka.
Bueno, algo así.-dice Haruhi invitándolos a entrar.-Siéntanse como en casa.
Sí.-dicen las chicas que se disponían a comenzar a explorar la casa.
Recuerden que no pueden destrozar nada.-dice Haru antes de que Haruka empezará a encaramarse por ahí.
No te preocupes, no hay nada que pueda romperse. ¿Eh? ¿Pasa algo Haruhiko?-esta lo miraba como si estuviera perdida.
Mmh… ¡Te eche de menos!-saltando sobre a sus brazos.- ¿Por qué te fuiste así de repente? ¿En qué estabas pensando?
Entonces si estaba fingiendo.-pensó Haruko. ¬ .¬
Yo también los extrañaba.-dice Haruhi.-Gomene*, Haruhiko.
¿Habías estado trabajando?-peguntó Haru.
No, era por algo fuera del trabajo.
¿Entonces quienes eran esas personas?-pregunta Haruhiko.
Bueno, era mí manager y el doctor.
¿El doctor? ¿Estás enfermo?-pregunto Haru de inmediato.
No, no es eso…no pasa nada. Vengan, les mostrare la casa.
La casa era más impresionante por dentro, sin embargo la decoración era bastante sencilla, las paredes de tonos claros y en cada habitación se daba una salida al patio.
¿Realmente tu diseñaste esta casa?-pregunta Chiharu.-Se ve muy complicada para un niño.
Pero está muy bien hecha, tiene los ángulos perfectos.-dice Miharu.-Me has dejado impresionada. Hasta la iluminación natural es perfecta.
Si no es para tanto. De hecho la hice basándome en uno de tus diseños que ibas a tirar a la basura.
¡¿En serio?! Chico, eres todo un genio, eres muy especial.-dice revolviéndole el pelo.- ¿Cuanto la mejoraste?
El que vivas aquí tan tranquilamente debe ser porque no tienes ni tanto trabajo.-dice Haruko.
En realidad he estado repleto de trabajo.-dice sonrojándose un poquito.-Pero el manager los viene a recoger cada cierto tiempo, así que no podría mostrarte algo para demostrar lo contrario.
No hay problema, ya aprendió a creernos sin tener que ver.-dice Haruka.-Por cierto, te traje esto, es de los que te gustan ¿no?
Si, muchas gracias Haruka-chan*. E-espera, Chiharu no abras la puerta.
¿Qué podría pasar?-dijo acercando la cara del chico muy, muy cerca de la suya.
Gr...
No Shiyu, no hay problema, es mi hermana.-se suelta y apresura para tranquilizar al perro.-Te dije que no abrieras la puerta.
Un perrito ¡Qué lindo es!-Miharu se acerca a acariciarlo.
Bueno, es si no lo haces enojar, además es muy travieso, por lo general hace agujeros en el jardín y luego se pasea por toda la casa.
Qué gracioso.
Verdad.-dice sonriendo, sin embargo Chiharu se mete en la conversación abrazándolo por la espalda.
Si es tan molesto ¿por qué lo tienes?
Porque me gusta este perro, ¿algún problema?-el perro le empieza a gruñir cuando nota que a su amo le molesta esa tipa, por lo que toma distancia.
Ahora que lo pienso, antes a Haruhi no le agradaban los perros ¿no?-dice Haruhiko.
Es que…
Vamos, las personas cambian cuando crecen ¿No?-dice Haru y el chico le responde con una sonrisa pacífica.
Bien, continuemos.
¡Sí!-dicen a coro.
Estuvieron conversando casi todo el día, tirando tallas y contando lo que había ocurrido hasta entonces…
¿Cómo lo hiciste para conseguir trabajo?
Nada, sólo estaba dibujando en el parque y un señor se acercó, al ver el dibujo de nuevo ya tenía trabajo.
¡¿Qué?! ¡¿Cómo es posible que tengas tanta suerte?!
No lo sé, cosas del destino supongo.-tomando de su té.- ¿Qué hay de ustedes?
Nada, sólo lo mismo que antes de que te fueras.
No seas así.-dice Haruka.-En realidad Chiharu se gano el premio a mejor escritora y Haruhiko paso con la nota más alta.
Me alegro.-dice tomando otro sorbo.
Se lo toma muy a la ligera.-piensa Haruko.
Nee, mañana hay un festival en el pueblo, ¿quieren ir?
¿Festival?
¡Sí, sí, sí, sí!!!!-dice Haruka.
Al día siguiente fuero de un puesta otro, compraron dulces y jugaron probando su suerte, unos ganaron y otros perdieron como era de esperarse que ocurriera en este tipo de juego.
Moo*, chicas no corran por ahí…-dice Haruhi, pero ya era tarde, las chicas hicieron caer los tablones que estaban en una pared.
Estas chicas.-murmuró Haru.
¿Qué paso?-el dueño del local de al lado.
Señor Takamura, disculpe, fue un accidente.-se excusaba por sus hermanas.-Le prometo que no volverá a pasar.
Vamos chicos, no te disculpes por las chicas.-le dice Haru.-Iré tras ellas. Espéranos en el local de las bolas de pulpo.
S-sí. ^ ^U
¿Amigo tuyo?
No, es mi hermano. De verdad que lo siento.
No te preocupes, lo impórtate es que todos estén bien.
Luego de reencontrarse en el local de bolitas de pulpo decidieron que ir a las aguas termales antes de regresar a casa, siempre y cuando todas se comportaran.
En ese caso vamos por aquí.-dijo indicando una callecita angosta y con poca iluminación.
Etto*… no me da mucha confianza.-dice Chiharu.
Es verdad, es como la típica calle en la que pasan cosa…-admite Haru.
Vamos, aquí no es como en la ciudad.-dice el chico perdiéndose entre las sombras de la calle y reapareciendo cada ciertos tramos iluminados. Los otros se miraron y lo siguieron.- ¡Nee apresúrense!-desde un local en el que había un pequeño estandarte.
Cuando los demás llegaron, Haruhi fue a hablar con la dueña del local.
Haruhi-kun, ¿estos son tus hermanos?, si son igual a como los describiste la última vez. Entren, entren, los baños están libres, así que disfrútenlos.-dice la encargada.
Gracias señora.
No hay de que, siendo tú te puedo hacer un descuento.
No, no se moleste, no podría.
Vamos, vamos es el festival de la fundación. Tú siempre haces cosas por nosotros, al menos acepta una vez algo de nosotros.
Pero…-la anciana le susurra algo al oído.-Bien, si lo pone de esa forma.
Me alegro.-dice la anciana.
¡Wo!-al entrar.-Este local es muy acogedor.-se maravilla Miharu.
Es cierto, es muy bonito.-dice Haruko, pero…
Chicas, ¿por qué nos siguen?-pregunta Haruhi.
Es verdad, lean los letreros.-las regaña Haru.
Ups, disculpen.-dicen a coro, pero Haruka no se va.
¡Nia!*, pero si yo puedo entrar al que se me antoje.-dice Haruka, a lo que Miharu reacciona halándola de la oreja para que las siguiera.
¡Ah!...
Esta chica.-se lamenta Haru.
Vamos, todavía es sólo una niña.-entre risitas.-Deberías tenerle poco más de paciencia.
¿No era yo el que te tenía que decir eso antes?-dice Haru revolviéndole el pelo.
Así es. Haru…-se lo queda mirando seriamente y cuando iba a decirle todo lo que pasaba.- no nada, olvídalo.
¿Eh? Bien…-pero se queda pensando.- ¿Qué le pasara?
Luego de las aguas termales fueron a comprar bebidas a una tienda cercana y volvieron a casa, pero cargando a Haruka quien se había quedado dormida por lo tarde que era cuando volvieron. Luego de dejarla en un cuarto se pusieron a beber, y a pesar de que los mellizos eran menores les dejaron tomar un “poco” sin embargo las chicas quedaron tiradas por la borrachera. Y entre los dos las fueron dejando en las habitaciones correspondientes.
Cielos, yo que pensaba que los hombres éramos más susceptibles a los efectos del alcohol.-bromeo Haru.
No será que somos los más responsables.-dice sonriendo como lo haría un gato embustero.
Puede que sí. Buenas noches.
Buenas noches, anija*.
Por cierto, ¿qué ibas a decirme en las aguas termales?
¿Eh? Ah… nada importante, en serio, no es nada importante.-deslizándose dentro de su habitación.
Lo escucho carraspear un poco, posiblemente un resfriado común. Sin embargo esa respuesta no lo dejaba tranquilo, de hecho no podía conciliar el sueño por la intriga que le causaba. Unos minutos después se empezaron a escuchar ruidos extraños, sin duda alguna, alguien estaba revolviendo las cosas de un cajón, y lo hacía desesperadamente, como si hubiera olvidado donde dejo algo. El ruido seso un rato, pero fue remplazado por otro, al parecer era el perro, se levanto y guiándose por el sonido llego hasta la habitación de Haruhi, en el primer piso. No lo dudo ni un segundo, entro sin siquiera tocar la puerta y se encontró con un Haruhi que estaba tosiendo, un poquito, realmente poquito de sangre, pero se altero al instante.
¡Haruhi!
…Haru…gomene…-recordando que a su hermano le pone histérico ver aun que sea una gotita de sangre.
Te llevare al hospital.
¡No!...sólo acércame el teléfono por favor.
¿Estás seguro?-un tanto pálido.
Sí.-limpiándose la sangre de las manos. Unas horas después el doctor llego y sin despertar a las demás Haru lo hizo pasar.
¿Qué paso ahora?
La medicina no surgió efecto.-dice Haruhi cabizbajo.
¿Ocurrió algo más?
Lo de siempre.
¿Lo de siempre?-pregunta Haru con intriga.
Haru, puedes irte a dormir, no es necesario que te quedes aquí.-sin mirarlo.
No.-dice secante.-Quiero saber lo que le pasa a mi hermano menor.
Siendo parte de tu familia puede quedarse. Deberías dejar que al menos uno de ellos sepa.-dice el doctor revisando su respiración.
Ya lo sé.
Diablos…-pensó antes de dar su diagnostico.-Haruhi, ya sabíamos que esto podía pasar.
No importa, agradezco que esto se termine pronto.
¿Qué pasa con Haruhi? ¿Qué es eso de que se acabara?
Trata de tomártelo con calma… a tu hermano… le queda poco tiempo en este mundo.
¡¿Qué?!-mira a Haruhi.- ¿Desde cuándo que…?
Desde hace unos meses.-dice este sin mirarlo todavía.-Me quedaba medio año… entonces decidí que era mejor volver a verlos antes de que todo se acabara para mí. Si tan sólo esto no hubiera pasado justamente hoy.-un poco decepcionado, pero se notaba que no era por lo toser sangre.
¿Entonces cuanto tiempo…?
Por cómo se escucha… no hay problema, un simple resfriado. Te dije que trataras de vivir ese tiempo normalmente, pero también te dije que no te esforzaras demasiado.
Gomene, es que me estaba divirtiendo tanto que no me di cuenta.
Era por eso que se veía tan preocupado cada vez que salían corriendo.-piensa.
Sólo procura tener un poco más de control. Disculpe.-dijo antes de retirarse. Luego de despedirse del doctor, Haruhi espero a que Haru volviera, tratando de tranquilizarse, para hablar poco con él…
Haru… sabes, Tengo que pedirte algo… este perro ha estado conmigo desde que me fui de casa. Sé que tienen poco espacio en su casa, pero ¿puedes quedártelo? Eso me haría muy feliz... por favor, cuídalo bien ¿ne?
Baka*… claro que sí.-abrazándolo.-No tienes que pedírmelo, sólo quédate con nosotros un poco más.
Eso sería un poco problemático… no me gustaría verlos a todos tristes. Haru, no le digas a las demás, onegai*.
No lo haré, te prometo que no lo haré. Por lo menos trata de dormir un poco.
Lo haré si tú también te duermes.
Tratare, pero de todas formas no tengo sueño.
Entonces quédate hablando conmigo, tampoco tengo sueño.
Bien, pero por lo menos quédate recostado. Estando así sería muy complicado si te resfrías en serio.
Está bien.-riendo un poco.

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Un par de días después el señor Ikari volvió a visitarlo, por lo visto se imaginaba que ya se harían ido los visitantes, pero de todas formas se dispuso a hablar seriamente con Haruhi.
Haruhi-kun, le di su recado al jefe, lo ha entendido perfectamente y ya he depositado lo último de la paga en su cuenta. El traspaso también está listo.
Menos mal, de no ser por esto lo haría yo mismo, pero como me queda muy lejos.
No se preocupe, también está preparado lo demás. Por cierto, el doctor Haku me ha informado de lo que ocurrió, tenga más cuidado la próxima vez.
De todas formas, ya queda poco. No creo quépase más de la semana. Además ya le he informado a mi hermano lo que debe hacer.
Y sus hermanas también, supongo.
No, no quiero que se enteren.
Ya veo. De cualquier forma, si pasa algo antes no dude en llamarme, lo tendré encendido todo el tiempo.-mientras se dirigían a la salida.
Gracias, cuídese mucho.
Siendo tan pequeño.-pensó mientras se iba sin decir mirar hacia atrás.
¿Todo está bien?
Sí, lo demás lo dejo en tus manos. Por cierto, cuando me sienta mejor quiero que vayamos a un lugar ¿Bien?
¿Dónde?
Es un secreto.
No seas así.-dice siguiéndolo hasta la casa.
Nia, atrápame si puedes.
Ya verás.
Shiyu, ahora.
No, tramposo.-mientras este se reía, pero continúo siguiéndolo.

--------- VuV ------------------ A w A ------------------$ v $ ---------------X o X-------------

Tres días después Haruhi los llevo a conocer la montaña, era un lugar en el que el aire era muy puro y agradable, la naturaleza te relajaba y cada cierto tramo habían claros repletos de hermosas flores, cosa que a las chicas las entusiasmaba, mientras que Haru y Haruhi se dedicaban a esperarlas sentados en alguna roca por la sombra.
Llegaron hasta un riachuelo en el que andaban unos hermosos peses a los cuales podían alimentar con migas de pan. Un poco más arriba había un sitio en el que se podía observar todo el paisaje. El subir la montaña les había llevado bastante, ya era cerca de la hora del té cuando llegaron al mirador.
Verdad que vale la pena subir hasta aquí.-dice estirándose un poco, e ese momento s veía un poco fatigado, pero las chicas pensaron que fue por la subida.
Sí, aun que ha sido un poco cansador.-dice Haruko sarcásticamente.
Sí, ha sido bastante.-dice Haru tratando de decirle a Haruhi que se estaba sobre exigiendo.
La subida fue divertida. No dirán lo contrario ¿Verdad?
Claro que no.-dice Haruka.-Espero que la próxima vez volvamos a subir todos juntos.
Es verdad, la próxima vez me gustaría dibujar aquí.-admite Miharu sentándose en el suelo.
Ya es hora de volver.-dice Haruhiko.
Tienen razón, ya es hora de ir volviendo.
Tienes razón…-Empiezan a bajar calmadamente, los chicos iban bajando del último.
Te sobre esforzaste, es peligroso que hagas eso.
Sí, pero realmente quería ir con ustedes, aun que fuera la última cosa que hiciera.-dice Haruhi, pero empezó a toser otra vez. Shiyu que hasta entonces había estado con las chicas corrió con todas sus fuerzas a su lado, lo que llamo la atención de Haruhiko.
¡Haruhi! ¿Estás bien?- se apresuro hasta el lado de su hermano que era sostenido por Haru.
“¿Otra vez sangre?” le escucharon decir a Haruhi.
De seguro sólo tropezó.-dice Chiharu sin mirarlo y pensando que sólo se trataba de un rasguñito, pero Miharu lo señala pálida, por lo que voltea y también se acerca.
Haruhi, estabas enfermo y aún así no nos dijiste nada.
Si no es nada serio, ni siquiera es una cantidad que el doctor tome como algo serio.
Cielos, parece que si te resfriaste en serio.-dice Haru.-Hasta casi te caíste cuando comenzaste a toser.

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Eran las ocho de la mañana cando el doctor Haku llegaba a la consulta. Lo primero que haría esa mañana sería revisar los exámenes de Haruhi, por lo visto el paciente más grave que tenía hasta entonces, en eso se le calló otra carpeta y al recogerla noto algo extraño…
Este examen, el tumor del señor Kakuto es igual que el de Haruhi-kun.-revisa otros dos exámenes de distintos pacientes.-Estos también… Oh no.
Buenos días.-se escucho la voz de Ikari, seguramente venia a retirar los exámenes del chico.
¡Tenemos un problema y es muy serio!
¿Un problema?
Sí, rápido, llamemos a Haruhi.

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Moo, parece que se acabo la comida.-mirando preocupadamente el refrigerador y las alacenas.
Entonces tendremos que ir a comprar.-le dejare una nota a los demás mientras tomaba las llaves de Haru.
¿Sabes conducir?
Claro que sí, ¿por quién me tomas?-con una pequeño aire de superioridad.
Bien, dejare mi teléfono, no creo que me llamen.
Entonces andando.-con su típico aire gótico.

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¡No contesta!
¿Será que está durmiendo?
No, el chico se levanta con el primer rayo de sol. Debió pasar algo.

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Creo que me he despertado muy temprano…-murmuró perezosamente.-El celular de Haruhi ^w^… ¬ ¬… no tiene carga. Y yo que quería echarle una miradita. Me voy a dormir.
Haruko y Haruhi volvieron un par de horas después, tuvieron que esperar que abrieran el negocio y entre la ida y la vuelta ya se les había pasado la hora. Pero aún así todos seguían durmiendo. Prepararon el desayuno y el baño. Cuando eran las diez treinta AM se empezó a escuchar movimiento de parte de los demás.
Cielos, ya no daba más en al espera.-dicen los dos madrugadores que apenas se sentaron todos a la mesa se engulleron todo el desayuno.
Aun que hoy sea el último día que nos quedamos no debieron habernos esperarnos a desayunar, es peligroso para su salud.-dice Miharu que obligaba a Haruka a beber la leche.
Pero es el último día.-mirando hacia arriba.
Como se devolvían a la tarde decidieron salir, Haruhi dejo cargando el celular y no volvieron sino a eso de las cuatro PM. Encontrándose a la entrada con el doctor e Ikari.
¿Qué hacen aquí?
Gracias a dios, ¡hemos tratado de localizarte durante todo el día!-dice Ikari completamente histérico.
Cielos… chico, no sé cómo explicar esto…
¡Sólo explíquelo de una vez!-le decía Ikari.
Bien, Haruhi, los exámenes salieron fallados, no tienes nada, excepto por ese resfriado, estas completamente sano.-los ojos de Haruhi se estaban llenado de lagrimas al escuchar al doctor.
¿Estoy sano?, ¿no tengo nada?… ¡¿No voy a morir?! ¡Haru-niisan* estoy bien!-colgándose de él como un niño.
¡Me alegro tanto!-dando vueltas de felicidad.
Disculpen.-dice Haruko.- ¿No olvidan deciros algo?
Bueno, es algo un poco largo…
Haruhi!!!-lo salió persiguiendo Haruhiko.
¡P-Puedo explicarlo!
Pero… ¿dónde va a vivir a partir de ahora?-pregunta Ikari haciendo que todos se detuvieran.
Eh… creo que rentare un apartamento. Sería mejor que una casa grande, pero Shiyu…
Ven con nosotros.-dice Haruka.-De todas formas también es tu casa.-el chico mira a sus otras hermanas, a Shiyu y luego a Haru.
Vamos, un perro no estaría mal.-dice guiñándole un ojo.
Mmh!-responde sonriente, pero esta vez no levemente, sino que con una amplia y bríllate sonrisa.


…Y lo que pasó…

Por cierto… ¿Por qué ya no vas a vivir aquí?-preguntan todas.
Bromeas, es una casa muy grade y desde el principio tenía planeado convertirla en un hotel.
Ah…-asienten.