Ya sabes que te he utilizado muchas veces, me gusta alguien especial para ti, pero no puedo evitarlo mi peque, te seguiré causando problemas una y otra vez, porque no puedo controlar mi corazón.
Algún día dejare de causarte problemas, creo, si me dejas ser una persona igual que tú. Pero ya dejemos esto, te he sido de ayuda también, no lo niegues. te he ayudado a tranquilizarte muchas veces, ya te imaginas cuantas veces, ¿no?
Una vez te dije que dejaras de depender de mí, pues, veo que no lo has logrado, creo que esto de ser tu conciencia me esta condenado de por vida, bueno, qué se le va a hacer, por lo menos nos caemos bien.
De todas formas, sólo venia a decirte buenas noches, pero creo que ya me he alargado con mi sentimentalismo. Ciao y no olvides cerrar la puerta del ático (la habitación de la conciencia).
